¿A quíen no le gusta disfrutar del paseo con su perro?

Todos los que tenemos perro sabemos de ese gran momento que significa para los dos el paseo. Nosotros disfrutamos viéndoles a ellos jugar y entretenerse con todo lo que ven y olfatean, pero mas allá de la diversión, hay otros factores que destacan la importancia de los paseos diarios. Un buen paseo es relajante y está lleno de estímulos con los que interactuar. Por el contrario, si damos un mal paseo, nuestro perro volverá a casa frustrado, falto de estimulación y con ganas de jugar, lo que supone que no parará quieto en casa.
 

Vamos a resumir las pautas para un buen paseo en los siguientes 4 puntos y explicar cada uno de ellos. 

1 Proceso de salida: comenzamos en casa no excitandole en exceso y ayudándole a que salga tranquilo. Si sale nervioso le durará un buen rato del paseo o incluso todo el tiempo que estemos en la calle y no podrá disfrutar de los estímulos que tiene a su alrededor. un buen proceso de salida es crucial. 

2 Material: collar fijo o arnés enganchado al pecho evitarán daños físicos y una correa de ente 2 y 3 metros fija (no extensible) hará que pueda moverse con libertad e ir investigando todo lo que crea necesario sin tirones 

3 socialización: dejar que interactúe con perros, personas y demás estímulos con los que nos topemos ayudará a que se habitue a todo tipo de situaciones y escenarios. Explorar es muy necesario para su desarrollo mental y que no aparezca la frustración. 

4 Juegos: jugar con otros perros le beneficiará en próximas relaciones sociales. También podemos jugar nosotros con él haciéndo búsquedas, por ejemplo. Esto favorecerá el vínculo y la llamada. 

Con estos pasos el paseo será lo suficientemente satisfactorio y la vuelta a casa más relajada ya que ha tenido suficiente estimulación mental para quedarse satisfecho y tranquilo hasta el próximo paseo. 

La cantidad de paseos óptima es de 3 al día en adultos y un par de ellos más en cachorros para favorecer la sociabilización y aprendizaje de hábitos higiénicos. La duración de al menos 20 minutos y uno de ellos más largo al campo o un parque cercano donde podamos soltarle a moverse a sus anchas. 

Para ellos es muy importante ir olfateando todo lo que se topan en su camino ya que de esta manera van recogiendo todo tipo de información sobre el entorno y es una de las mejores fuentes para eliminar el estrés, utilizando su sentido más desarrollado. Cada vez que se pare a oler algo, debemos dejarle sin regañinas ni tirones. 

Cuando todos estos pasos se cumplen, nuestro perro estará mas satisfecho, equilibrado y evitará problemas conductuales